miércoles, 21 de octubre de 2009
pintura
El bello arte de Aída Emart nos introduce hábilmente a su mundo privado de paisajes figurativos y de narrativas implícitas que evocan tiempos y lugares distantes. El arte de Emart tiene muchos ambientes y frecuentemente incluye un aspecto de dualidad. El espectador puede encontrar a una de sus voluptuosas mujeres posada y posando simultáneamente. Estas mujeres parecen estar en espera de algo, anticipándolo o perdidas pasivamente en la narrativa, con frecuencia con un animal cómplice.
Al igual que en su serie de mujeres populares, sus niños / ángeles también parecen crear una historia a partir de una época anterior, tal y como lo evidencian su vestuario y ambiente rural. Estas atractivas obras capturan el gusto juvenil por el juego y la diversión.
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